Constantemente tendemos a enamorarnos de nuestros proyectos o ideas, idealizándolos románticamente. Esta idealización muchas veces puede llevar directamente al fracaso, por ende es importante comentar, que cualquier emprendimiento que tienda a quedar inmóvil, debe mutar, aun cuando como emprendedores toquemos el éxito, debemos estar atentos y dispuestos a la reingeniería de nuestros negocios.
Un buen emprendedor no debe caer en el conformismo al haber alcanzado sus metas, la no movilidad del negocio, necesariamente con el paso del tiempo nos guiara al fracaso de este, como podemos ver, el fracaso de un emprendedor está sujeto a mayores posibilidades de suceder que el éxito de este.
Por lo tanto debemos recordar que al subir la pendiente de la montaña la posibilidad de fracaso aumentara y solo dependerá de nuestra persistencia lograr nuestros objetivos. Una vez en la cima, si no nos mantenemos atentos, la bajada será una brusca caída directa al fracaso.
La única forma de mantenernos estables en el éxito, es estar constantemente monitoreando el mercado, controlando segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, día a día, los 365 días del año y estando dispuesto a mutar nuestro negocios según los requerimientos del mercado en el cual estemos insertos.
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