Cada emprendedor tiene la misma meta – tener un próspero negocio nuevo, tener éxito. Nadie empieza un nuevo negocio para que sea marginal y termine por adueñarse de ellos, menos para que falle. Sin embargo, más de la mitad de las nuevas empresas fracasan dentro de 5 años, y la estadística se ha mantenido fiel a través de las décadas y países. ¿Estarán los emprendedores siguiendo un camino que sella el destino de sus negocios?
¿Qué tanto importa, realmente el financiamiento?
El primer mito es acerca de la financiación. La mayoría de los empresarios creen que su mayor problema es ese. Los capitalistas de riesgo que han respaldado a eBay, Google y Facebook han
desmentido este mito. Su cartera de empresas tienen acceso a todo el capital que necesitan y, sin embargo, sólo el 2% de las empresas alcanzan la IPO – y este es el objetivo final de los
inversores de capital riesgo.
Así que, si no es la financiación, ¿cuál es la clave del éxito? Por encima de todo, los emprendedores tienen que ser ingeniosos. Tienen que ser creativos en la manera de alcanzar sus metas. No
pueden tomar el camino obvio de simplemente escribir un cheque para tener todo listo.
Aproximadamente el 1% de las propuestas de negocios tempranos reciben financiación y sólo el 40% de las empresas IPO fueron respaldadas por un inversor; demostrando que es posible triunfar sin financiación. El verdadero emprendedor no va a permitir que la falta de fondos sea un obstáculo para sus sueños. Va a encontrar una manera de hacer que sucedan y esto es lo que los inversores quieren ver.
Si un emprendedor logra asegurar financiamiento, se dará cuenta de que no se trata tanto de un logro, si no más bien, una obligación para desarrollarse bajo una presión extrema – felicitaciones, acabas de pasarte de la liga recreativa… a los Juegos Olímpicos! Sin embargo, la mayoría de los emprendedores creen que podrán relajarse cuando llegue la financiación, pero en realidad es todo lo contrario.
¿Cuál es la relación entre las startups y sus productos?
Las startups son más sobre el negocio de los productos que el producto mismo. Después de todo, la startup es un negocio nuevo, no es un nuevo producto o un nuevo servicio. Muchos emprendedores, centran su atención casi exclusivamente en el producto y dejan el negocio relegado a una idea de último momento, creyendo erróneamente que los aspectos del negocio son simples, directos y rápidos. Los emprendedores agonizan por cada característica que incluyen en el producto, pero cuando se trata de precios, por lo general es una decisión de menos de 15 minutos a en base a lo los precios de sus competidores.
Considera la posibilidad de que la mayoría de los inversores profesionales de startups, consideran que el producto sólo representa el 10% del éxito. Mira las empresas que cotizan en bolsa y verás que su investigación y gastos de desarrollo son una quinta o una sexta parte de los gastos generales. La regla de oro es que se necesita 10 veces más que los gastos de desarrollo para comercializar el producto. Por lo tanto, ¿tiene sentido que los emprendedores pongan tanta atención al desarrollo de productos o la prestación del servicio, y no en el modelo de negocio?
¿Por qué fallan los planes empresariales?
Los emprendedores escriben el plan de negocios creyendo que es la solución para el negocio del producto. Pero el plan es a menudo un cuento de hadas, lleno de suposiciones, estimaciones de pensamiento sin fundamento, de deseos, y no mucho de realidad. En lugar de comenzar con “vamos a ser el principal proveedor”, es preciso empezar por “érase una vez”. El emprendedor ha perdido la fase experimental de la startup, donde se descubre cuáles son el producto y modelo de negocio adecuados. Este proceso de descubrimiento es la idea detrás del plan de concepto, junto con una estrategia de experimentación de negocio. Crea una mentalidad en el emprendedor que le da permiso para fallar y seguir adelante, hasta que el producto adecuado y el modelo de negocio puedan ser descubiertos.
¿Te estás saltando la ecuación fundamental para un negocio?
Yo sé que esta es una pregunta simple, pero muchos ignoran la belleza de su simplicidad. ¿Qué es una empresa? Es ofrecer un producto o servicio que los clientes que están dispuestos a pagar. Un negocio es un producto + clientes + ganancias. Otro gran error, es no centrarse en el elemento ganancias de la ecuación en la prueba de concepto básica del negocio.
¿Tu startup, está lista para crecer?
El pre-escalamiento es otro paso en falso – arrendar un espacio de oficina, contratar empleados permanentes, hacer pedidos importantes y así sucesivamente – antes de tener un modelo de negocio probado. Si todavía no has descubierto cuál es el producto correcto, ¿cómo puedes contratar a personas permanentes para desarrollarlo? Una y otra vez los emprendedores, contratan desarrolladores, sólo para tener que despedirlos porque el producto requiere de habilidades diferentes. Startups con oficinas de las que es sólo se ocupa un tercio porque se anticiparon a un rápido crecimiento…
En el comienzo, los emprendedores tienen que pensar a corto plazo y temporalmente. Se parecen más a un contratista general que buscan subcontratar trabajo. Piensa cómo los avances en la ciencia han creado una vida mejor. Primero alguien ejecuta una serie de experimentos. Cuando encuentran uno que funciona, publican los resultados y otros científicos repiten los resultados del experimento para validarlo. A continuación, el descubrimiento tiene licencia y, finalmente, alguien construye la planta de fabricación para producir en masa el producto. Muchos emprendedores quieren empezar por el final – construyendo como si tuvieran un negocio y producto probados.
Fuente:
http://webonomia.com/blog/consejos-para-que-tu-startup-no-fracase/
Escribir comentario